Después del 26J, este Julio será el mes de los sillones. La verdad es
que el título para el debate en Antena 3 que es el mismo de la columna de hoy,
puede sonar a las que subieron a los botes en la última noche del Titanic. En
esto de la cosa pública, créame que siempre prefiero que estén los que se lo
merecen por méritos propios, los que más capacidades tengan por encima de
sexos, y amiguismos. La paridad no es tan igualitaria como nos la quieren
vender ni la fidelidad ciega al líder es sinónimo de unidad. Esto último es un
peloteo de “amigos” a los que hay que colocar por favores hechos, por trabajos
prestados o porque aportan votos de su grupo. El debate femenino televisivo y a
cuatro, ni por la novedad resultó atractivo. El moderador, Vicente Valles, no
estuvo demasiado fino, se dejó pisar el terreno y los minutos caían, repitiendo
en muchos casos lo mismo sin ser cortadas. Tal vez hubiese sido preferible
elegir a una mujer como moderadora y a ese micrófono minutado, pasado el cual
desaparece para que la de al lado exprese lo suyo. Cierto es que los bloques en
los que se dividió el debate representaban temas que nos afectan, hasta ahí sí.
Pero también detectamos en la noche de Antena 3 mucha bisoñez y demasiada mirada
a la encuesta electoral del CIS. Eche de menos a mujeres como María San Gil,
valientes y comprometidas. Si analizamos a las candidatas, a Andrea Levy (PP)
le queda mucho por aprender, le dolían los pies al escoger tacones inadecuados
para el momento y buscaba la cámara. Sus palabras suenan a lo dicho antes y las
que dijo en catalán sobraban. Margarita Robles (PSOE), nos retrotrae a otra
época y es su mayor lastre. Cometió errores imperdonables pese a su larga
trayectoria y no supo salir cuando le preguntaron por un ministro socialista de
Justicia que tuvo que dimitir. Carolina Bescansa (Unidos Podemos), no tenía más
remedio que presentarse como moderada ya que de las filas que sale la etiqueta
pesa y mucho. Tanto como su ligazón con el régimen de Venezuela. Inés Arrimadas
(C´s), da bien ante las cámaras pero a veces los nervios y el toque de pelo le
juegan malas pasadas. Quienes podrían pactar (PP y C´s) ni deben tirarse los
trastos ni solo coincidir en política territorial, hay demasiados temas en los que
es imprescindible pactos de Estado (educación, sanidad y empleo) para que
sigamos así. La calle clama y responsabiliza a todos los políticos que estemos
ante unas nuevas elecciones. Si la prepotencia les niega verlo mal futuro les
espera, ellos se quedan sin sillón y nosotros cada vez peor. Mañana, Lunes, nos
queda otro debate a cuatro, éste de hombres y de candidatos a la presidencia
del Gobierno. La lucha por los indecisos centrará todo, veremos si al final
estos aumentan tanto como la abstención. Candidatos hablen con todos y no solo
en elecciones, desciendan de sus vehículos oficiales, caminen siempre por
nuestras calles y por favor que se expresen de otra manera. Ganaremos todos
Ángel Gil