El que fue Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, se
ha escapado de la jaula que Chaves y Maduro han convertido a Venezuela. Rica,
prospera y libre la tomaron y pobre, sin futuro y encarcelada la ofrecen,
mientras ellos, estos sátrapas vestidos de chándales llenan sus cuentas acosta
del hambre y la muerte de un pueblo que ya está al borde de la suspensión de
pagos. Un ejemplo de lo que no debe ser un país y una vergüenza para toda una
comunidad internacional que permite un genocidio. Por eso cuando Ledezma, un
nuevo preso político, ha llegado a Madrid ha respirado aire de libertad la
misma que esa izquierda ha vuelto a cortar ahora allá, como antes…sandinistas,
las checas españolas, el muro de Berlín, los zulos etarras, Cuba, la URSS. Lo
que reflejaba Aleksandr Solzhenitsyn en su “Archipiélago Gulag” es a lo que han
tenido sometido la dictadura de Maduro a Ledezma como a tantos otros para
destruirlos como personas, pero la fe de muchos es lo que ha impedido consumar
ese delito. Por eso desde España y viajando por otras partes del mundo, como ya
lo hizo antes Lilian Tintori, va a denunciar Antonio Ledezma la verdadera cara
de Nicolás Maduro. Merece nuestro apoyo para que de una vez por todas, en esa
parte de hispanoamérica, se puedan celebrar elecciones después de liberar a los
quinientos noventa presos políticos que abarrotan los presidios venezolanos. Las
duras condiciones que soportan se basan en palizas frecuentes, falta de higiene
y de alimentos que minan su salud hasta que ante el temor que mueran entre rejas
los confinan en arresto domiciliario, como el que ha soportado el primer edil
de Caracas desde el 2.015. Con las mordazas no se juega pese a que ciertos
políticos y prensa quieren presentar a Maduro como un gracioso personaje cuyos
métodos expeditivos son consecuencia de la lucha que mantienen con los que
ellos llaman terroristas y que no son otros que una oposición frente al
totalitarismo. Hay que analizar las manifestaciones de Antonio Ledezma al
afirmar que su nación ya está en el abismo o que jamás pensó que tuviera que
emigrar de Venezuela y del ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, una de
las piezas claves de la salida del líder venezolano del campo de concentración,
quien piensa que su testimonio servirá para dar voz a quienes no la tienen. El
prestigio y la razón que le asiste a Ledezma se contrapone a la nula formación
y a la fuerza que exhiben desde el Palacio de Miraflores. No estaría de más que
a quien se le ha concedido el premio Cervantes, Sergio Ramírez, emplease su
verbo desde el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para
reivindicar para Venezuela lo que D. Quijote decía: “la libertad es uno de los
mas preciosos dones que a los hombres nos dieron los cielos”. Ángel Gil