domingo, 29 de julio de 2018

El guerrero que creyó en la igualdad


Aquella noche José Luis Poza me dijo en el Senado que el solo pedía cosas fundamentales para esta tierra. Estas eran la impermeabilización fronteriza, la seguridad, los transportes, los centroafricanos, el dialogo y la autonomía. Fue la época parlamentariamente más dura en la historia de Melilla, cuando las traiciones se escondían por las esquinas y la Constitución no terminaba de cruzar el Estrecho. Tres factores hicieron posible que Melilla alcanzara su autonomía, las movilizaciones ciudadanas, el arrojo y el trabajo constante y el estilo de los mejores parlamentarios que ha tenido esta circunscripción, Benet, Hernández Mollar, Poza y Sánchez Usero, y la mediación del ministro socialista, Jerónimo Saavedra. Sin esos diputados y senadores  esto nunca hubiese sido posible. Fueron el motor para alcanzar un Derecho, tiraron de Ceuta y rompieron las cadenas  de la desigualdad, aun cuando los dos senadores amenazaron con ponérselas a la llegada del Rey. Releo ahora aquellas crónicas parlamentarias que escribí…“ Los senadores Poza y Benet armaron una protesta escandalosa cuando el ministro socialista, Juan Manuel Eguiagaray, dio por cerrado el mapa autonómico o auguraba grandes tensiones, problemas e inestabilidad por culpa de la autonomía”. El tándem Poza – Benet fue único, eran complementarios, se colocaron los primeros en número de preguntas, luchadores en Pleno o Comisiones y reconocidos por sus adversarios en el propio Café de la Cámara.  Por todo esto el PP de Melilla cometió un grave error cuando en las listas y a última hora dejaron caer a José Luis Poza, que debía de haber revalidado su escaño para colocar a un bisoño que nada hizo en Madrid. Entonces él guardo silencio y demostró que frente a la injusticia, el solo demostraba con un trabajo eficaz su saber estar. De trato cercano, amable, con capacidad, docente, guerrero (como el mismo se definía) y melillense, sin serlo, es como siempre recordaré a Poza Quintas. Siempre le admiraré como senador pero más le valoro como ser humano. Cuando una tarde me lo presentó Carlos Benet en el Salón de los Pasos Perdidos bajo el cuadro de Sorolla y Jover de la jura de la Constitución, no alcancé que nos haríamos amigos, que compartiríamos desde una mesa a un colegio mayor o desde una operación a una visita a esa terraza desde donde se ve la Sierra de Mijas. Su adiós temprano le privará de volver a sentir orgullo por su PP, de ganar al pádel o de disfrutar de su familia o de sus excursiones. Nos quedó pendiente, querido José Luis, esa cena anunciada mientras me cuesta reconocer que has emprendido tu viaje más largo. Nos quedamos con la persona íntegra que luchó porque fuésemos iguales.  Hasta siempre amigo, senador. Ángel Gil  

domingo, 22 de julio de 2018

De la gente que madruga


Pablo Casado tiene ese nuevo aire que engancha. Ya lo hizo cuando recorrió gran parte de España para hablar de ideas, de esas que nunca se fueron pero quedaron disipadas como los montes gallegos en tardes de niebla. Y se estrenó como el único candidato que debía de ganar estas primarias en una entrevista con Federico Jiménez Losantos que ya sin duda quedará para ser estudiada en las facultades de periodismo. Pero terminó de convencer en los cuarenta y cinco minutos de discurso previo a la votación de los compromisarios del 19 Congreso extraordinario del PP, mirando de frente a todos, sin complejos, con el orgullo de lo hecho y con una comunicación eficaz sin fijarse en un papel. El adiós de Rajoy da paso a la ilusión de Casado.  Es momento de darle la enhorabuena pero también de desearle buen ojo, mejor aguja e hilo de calidad para coser a este deshilachado PP. No querer ver la situación poco va a ayudar a solventarla, y no plantearse ahora el adiós definitivo de tantos, que aún permanecen agarrados a los cargos y que siguen queriendo como sea volver a ser candidatos en las próximas municipales y autonómicas es ejemplo de egoísmo, de daño a toda la sociedad y de hundimiento a su organización política. Pablo Casado es ya el presidente del Partido Popular fundamentalmente porque ha creído en sí mismo, cuando eran muchos los que no daban nada por él. Ahí en la tribuna volvió a hablar de los principios que debe enarbolar el PP para recuperar la confianza de los ciudadanos, tales como la vida, la familia, la derrota definitiva del terrorismo, la supresión de impuestos (donaciones, sucesiones y patrimonio), el compromiso con la educación, apostar por la sostenibilidad del Estado de Bienestar, la reforma del Código Penal y la unidad de España. Por esto sus primeras palabras tras su elección fueron para expresar la lealtad del PP a S.M el Rey y a la Constitución, y luego y con reiteración se centró en Adolfo Suarez y en la Transición como la única posible para evitar los enfrentamientos que siembran los odios y que no deben ser resucitados. “Me presento para enarbolar los principios que nos han dado sentido, para reivindicar los valores que son nuestra columna vertebral, volver a las ideas que nos han convertido en una fuerza política imparable”, dijo Casado. Quien y en un fluido ingles saludó, nada mas acomodarse frente a los micrófonos, al representante del Partido Popular Europeo. Presentó a su equipo pero queda ahora por conocerse al secretario general, entre los cuales puede estar Javier Maroto (el mas que probable), Dolores Montserrat, Juan Ignacio Zoido o Isabel García Tejerina. Esta columna se posicionó a finales de Junio por el perfil que representaba Casado, cuando decía la prensa que quedaría en tercer lugar tras las candidatas. Ahora necesitará de todos los de su partido, unos para arrimar el hombro, otros, savia nueva, con valores y experiencia profesional para integrarse en la casa del centro derecha y demasiados para saber retirarse a tiempo, sabedores que con ese ejemplo grande hacen el mejor de los servicios. Y como dijo el sábado Pablo Casado el PP ha vuelto, es el partido de los autónomos que levantan los cierres de su negocio, de los jubilados que llevan a sus nietos al colegio, de la gente que madruga
Ángel Gil