…y Victoria bajo al Llano
Algunos consideraban a
la Virgen de la Victoria en un solo aspecto, el religioso, pero esto no abarca
la realidad en su conjunto. Es además de historia un hecho sociológico que, tal
vez estaba ahí y había que recuperarlo. La Junta de Gobierno de la Real y
Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria, consciente de ello,
ha tenido a bien bajar al Llano lo que se conserva en el corazón profundo de El
Pueblo, y no solo entendido como el lugar físico de la Iglesia Parroquial de la
Purísima Concepción, sino lo que es de todos porque ha formado y sigue formando
parte del interior del ser humano. Por eso la Exposición del sesenta y cinco
aniversario de la Coronación Canónica de la Patrona, que esta semana
contemplamos en el Club Marítimo es un paseo de vivencias de esos hombres y
mujeres que estuvieron antes que nosotros, que nos legaron experiencias, fe y
esfuerzos, en torno a su propia existencia, a la Virgen de la Victoria y con el
escenario que representa Melilla. La muestra tiene varias partes muy definidas
desde el Expediente de Patronazgo de 1.756, con aquel juramento que pronunciara el Alcaide Antonio Villalba
hasta el reciente Concurso escolar, del que se han traído los trabajos
premiados, pasando por la parte institucional donde encontramos el guión de la
Congregación, estandartes bordados por las Adoratrices, el arco de campana,
arbotantes del trono antiguo de la Virgen, varas y bastones de mando donados
por diversas autoridades civiles y militares, entre la que destaca el de
Cándido Lobera. Fotografías de los días previos a aquel 13 de Junio de 1.948 y
de esa misma jornada, de las Coronas que el pueblo de Melilla dono a la Virgen
y al Niño, de los concursos para el cartel anual de los actos principales de la
Congregación a cargo de Photowalk, además una muy cuidada hemeroteca, objetos
entregados a la Patrona por diversas personas e instituciones. Merece pararse
unos minutos en los tres milagros de la Virgen, aquellos grilletes de un preso
del S.XVIII que mantenía su inocencia y que al interceder a Santa María de la
Victoria, fue liberado. El clavo que hubiera sido el causante de la perdida de
una mano y cuyas oraciones le salvaron y esa bala de cañón que entro en el
Sitio de 1.774 por el Camarín de la Virgen y que no le causó a la imagen ningún
daño. Hay muchos otros objetos que merecen la pena ser vistos, solo queda que
se acerque hoy, Domingo, por la Sala de Exposiciones del Real Club Marítimo,
porque hasta este 23 de Junio permanece abierta la muestra del sesenta y cinco
aniversario de la Coronación de la Patrona. Ángel Gil