domingo, 29 de abril de 2018

Al gladiador que ganó sus alas

El Hospital de Liverpool, tal vez como tantos otros, guarda historias anónimas y humanitarias que muy pocas veces salen a la luz. Allí los padres de Alfie Evans, como antes los de Charlie Gard, libraron una dura batalla legal para conseguir que su hijo fuese trasladado a la península itálica donde el hospital “Niño Jesús” dependiente de la Ciudad del Vaticano se había ofrecido a luchar por salvar su vida de esa rara enfermedad mental degenerativa que padecía con un tratamiento alternativo. El pequeño perdió la capacidad de escuchar, ver, oler o responder al tacto. A pesar de eso, y en contra de la opinión de los médicos de Liverpool, sus padres no quisieron que el niño fuese desconectado de la maquina que necesitaba para continuar con su vida. Desde el hospital aseguraron que seguir tratando al niño sería cruel, injusto e inhumano, ya que su situación era irreversible. Y el último Juez que le negaba el traslado lo justificaba al necesitar paz, tranquilidad y privacidad. Alfie, con apenas dos años de existencia, estuvo en todo momento lleno de amor pero igualmente de sacrificios y esfuerzos, de él y de sus padres. Tom Evans, de veintiún años, y Kate James, de veinte, los padres del bebe, tras perder todos los recursos interpuestos ante el Tribunal Supremo británico, la Corte de Apelaciones del Reino Unido y la Corte Suprema de Derechos Humanos, fueron a visitar a S.S. el Papa Francisco para pedirle que intermediase en la situación. Él rogó porque se respetase la dignidad del pequeño y que fuese tratado de la manera más adecuada a sus condiciones. Los padres, incansables, aseguraron que continuarían intentando luchar por su vida y contaron con el apoyo de unos miles de anónimos autodenominados como “el ejercito de Alfie” que se manifestaron en la puerta del hospital. Desde Diciembre de 2.016 y hasta el pasado 19 de Abril, el niño sobrevivía conectado a un soporte de ventilación artificial. Los médicos aseguraron que sin este soporte vital, Alfie no sobreviría más allá de los cinco minutos, la realidad ha sido que ha aguantado casi cinco días. Aquí vuelve a abrirse un debate sobre el valor de la vida. Un viejo continente donde parece que prima el derecho a eliminar el sufrimiento por encima del derecho a vivir. Por eso las palabras del Pontífice ante los participantes de un Congreso Internacional sobre medicina regenerativa, “no todo lo que es técnicamente posible es éticamente aceptable”, deben servir de reflexión a una sociedad sin valores añadiendo el Santo Padre que “la ciencia sabe que tiene límites que respetar por el bien de la humanidad y necesita sentido de responsabilidad ética”. El Estado no puede suplir a unos padres en la decisión de seguir luchando por la vida de un pequeño, como es el caso, o de todos a los que hay que defender, en su dignidad, desde la concepción hasta su muerte natural. Como ha anunciado en una red social, Tomas Evans, en el momento del fallecimiento, “mi gladiador dejo su escudo y ganó sus alas”. Ángel Gil

martes, 24 de abril de 2018

Libros por Abril


La primavera estalla mientras no cesan de abrirse esas otras hojas para que nuestra imaginación vuele y describamos a una persona o a un lugar de distinta manera a como lo hace otro igual. Es la magia de la lectura que inyecta rebeldía, vida y fantasía para ver en la ficción desde el color de aquel vestido a aquel héroe nacido de la entrega, o al corrupto más detestable, mientras nos llenamos de valores y estos nos sirven en situaciones cotidianas. Permítame que identifique mas en femenino eso de tener uno entre las manos mientras se espera en una terminal o cuando el vagón cruza un túnel hasta llegar hasta la próxima parada de Metro. El idioma es junto a la educación, cultura y fe, las mejores herencias que nos han podido legar. No pasa el tiempo por ellas pero siempre están ahí. Los libros son esos mundos paralelos al nuestro en los que nos zambullimos mientras se niega la realidad para tomar partido, para ser del protagonista o de aquel secundario que sin mucho brillo, tal vez en la mente de su escritor, ha sido capaz de hacernos pensar. Es siempre el combate entre lo real y lo imaginado, una frontera que puede romperse para terminar como la mente del Quijote. Pero ¿y Sancho?, ¿representa la cordura?. Mejor que Cervantes terminase su obra como la hizo y así nos regaló la obra cumbre de la literatura universal. Todos somos antes que lectores aquellos que escuchábamos usos o costumbres cuando nuestras sombras nos perseguían detrás de una pelota o cuando el cemento dejaba marcas en las rodillas tras caernos de una bici. El Quijote siempre se lee en dos fases, cuando te obligan y entonces lo dejas y cuando tu vida avanza que solo entonces llegas a su final. Mi infancia se batía entre el Capitán Trueno y los contrabandistas, espías, ladrones y tesoros  de “Los Cinco” (Ana, Dick, Julián, Jorge y el perro Tim) mientras recorrían los pasadizos secretos o galerías. Así cuando en aquellas mañanas de los sábados de invierno pasaba por la Vieja Melilla mi mente volaba por la Puerta de Santiago o cuando con mi familia íbamos al Savoy o a Casa Sadia, veía con ojos de asombro a aquel hombre del lunar que usaba sus barcos en Tres Forcas cuando caía la noche o aquel comisario marroquí que siempre tomaba su whisky con su espalda bien pegada a la pared. La primavera es la fiesta del libro mientras largas colas aguardan en el Retiro a tener en persona a aquel que es solo un nombre o una foto impresa en una portada.

En este 23 de Abril reelemos a Cervantes:

“Yace aquí el Hidalgo fuerte

que a tanto extremo llegó…
Morir cuerdo y vivir loco”        Ángel  Gil

domingo, 15 de abril de 2018

Master como setas


Hacía años que no se miraba tanto a la Universidad como en estos días. Pero no piensen que por inversiones en medios materiales o en captar o en abrirlas a los más cualificados profesores. No se las mira aún cuando las nuestras, alcanzan en una clasificación europea tan pobres resultados que, solo cuatro, se sitúan entre las cien pero casi de la mitad hacia la cola. Y de ésta hemos estado bien saturados toda la semana que acaba. La cola al andar ha conseguido tapar el golpe de Estado que no cesa pero ha dejado entrever, aun mas, que estamos ante un fin de ciclo, que en la gauche andaluza y valenciana hay mucho banquillo y que algún emergente no quiere ni media tontería o puede situarse entre la espada y la pared por un dilema de cortar una coleta, cuando aún queda toro, no se mira la viga en los ojos propios y estas setas de cualquier color se han multiplicado por las aulas y los campos de España. Y desde la pampa se miraba pero se prefería pisar ruedo ibérico para decir o no, al más puro estilo gallego. El fraile como aquellos que en nuestra infancia predecían el tiempo… a capucha ya quitada a pesar de las riadas con ganas de despacho en Sol y sin reparar que se sienta junto a quien, sin título, cobraba como profesor. ¡Con lo difíciles que son las matemáticas!, mientras caemos que la osadía puede ser tan larga como el movimiento rápido de los dedos de una mano. Dicen que hay armonía Real, a base de abrir puertas de un vehículo o mientras se juntan unas palmas y se hacen muecas a golpe de flases. Y el Palacio ha sido estos días más de Oriente que de costumbre. Con más de seiscientas personas de séquito, entre empresarios, diplomáticos y miembros de la realeza saudí. Almuerzo a su heredero. Y suscritos acuerdos bilaterales de muchos miles de millones de euros, lo que no quita para que el mundo siga incentivando allí que las reformas son necesarias para que nadie quede privado de los derechos humanos. Y entonces , mientras la comunidad internacional observa aterrorizada como un Estado puede usar contra su población armas químicas. Sabe que los viejos galeones piratas no todos regresaron y que muchos fondearon hasta la eternidad bajo el mar…pues miramos a Siria, a tantos que huyendo de esa realidad llegan a Melilla para pedir asilo esta semana hemos conocido de un botín de setecientos cuarenta y un millones de euros de los ERE que la Junta de Andalucía no exige en el Juicio sobre esa trama. Y donde también lo hubo fue con aquel chivatazo policial a ETA de Mayo de 2.006, conocido como “El Faisán” que tras doce años se ejecuta inhabilitando a los condenados por una sentencia firme de 2.014. Triste realidad que podría haber sido llevada al cine por Milos Forman que ayer nos dejaba pero con títulos tan sugerentes como “Alguien voló sobre el nido del cuco”, “Hair”, mientras suena la música de Mozart en “Amadeus” o aquella Ándula de “Los amores de una rubia”. Trabajo Fin de Máster como setas
Ángel Gil

domingo, 8 de abril de 2018

Sagrado Corazon centenario

Desde lejos, en aquel mayo de 1.918, al “Puchol” se le veía empavesado. No todos los días, Rusadir es capaz de recibir a un Obispo a quien la Iglesia le hará en menos de un siglo, Santo. Los muelles y el espaldón del dique se vuelven a llenar como cuando vino D. Alfonso. Las campanas de la Vieja Melilla tañen con júbilo, mientras la comitiva, a pie, deja el cuartel de la Compañía de Mar para ir por el Llano hasta la Plaza de Menéndez Pelayo para bendecir la nueva Iglesia del barrio de la Reina Victoria. Al Obispo de Olimpo y auxiliar de Málaga, Manuel González, le embargaba la emoción al ver como los melillenses se habían volcado con él. Pese a todo pidió confianza a los fieles “soy Obispo de muchas iglesias abandonadas, de muchas iglesias en cuyo camino no había crecido la yerba, y prometo trabajar con la fe y el entusiasmo que nunca me abandonaron para que cese ese desidioso estado, que nada favorece a nuestra religión. Los templos son escuela de la conciencia, donde se forjan las almas cristianas, y he de procurar que no perdure el abandono de que os hablaba”. Recomienda la asistencia al templo, “y he de procurar que pronto se diga: aquí no se cabe. Melilla es un nombre que tenemos todos los españoles grabado en el corazón, pues supo escribir páginas gloriosas en su honrosa historia. Al levantar un nuevo templo consagrado a Dios, gana otra victoria no menos gloriosa. Sed buenos cristianos y si necesitáis de consuelo acudid a mí, a vuestro padre, pues desde hoy seré vuestro padre en todo y para todo”. En esta tarde de Abril sigo leyendo las páginas de “El Telegrama del Rif” de aquel lunes 20 de Mayo de 1.918…La Iglesia del Sagrado Corazón proyectada y dirigida por el arquitecto diocesano, Fernando Guerrero Strachan, tiene una superficie interior de quinientos metros cuadrados con una capacidad para dos mil personas. Las obras se iniciaron en 1.911, con las treinta mil pesetas que el Estado consignó, y quedaron invertidas. A los dos años se reanudaron las trabajos, empleándose igual cantidad a lo que hay que sumar una subasta por importe de diez mil pesetas, que no se invirtieron por rescisión de la contrata antes de empezar las obras. Pero fue en 1.917 cuando se retomaron, para concluirse definitivamente. La edificación es de fábrica de ladrillo y el templo consta de tres naves. La central tiene seis tramos, de los cuales solo los cuatro últimos comunican y enlazan esta nave con las laterales. A continuación del último tramo se halla el presbiterio para terminar en una capilla absidal de planta circular y cubierta con un casquete esférico. Adosadas al presbiterio se sitúan a derecha e izquierda dos departamentos dedicados a sacristía y próximo a estos, formando crucero con la nave central, se prolongan los dos últimos tramos de las naves laterales, terminándose cada brazo con dos capillas absidales de planta semicircular. Ahora cuando se cumplen cien años desde que se bendijo el Sagrado Corazón seguimos diciendo que es heredero de la fe de aquella parroquia franciscana de la Purísima, donde entre rezos y al amor de los frailes y de tantos otros sacerdotes diocesanos, la Palabra fue esparcida durante siglos para caer en buena tierra. La Iglesia del Llano es también parte de la historia de cada uno, de mi padre que fue monaguillo con el Vicario, Sebastián Carrasco, y también donde se casó con mi madre o donde ellos decidieron que yo entrase en la gran familia de la Iglesia. A May, mi madre adoptiva, también le dedico este artículo por tantas horas como dedicó dentro del Sagrado Corazón a tantos necesitados de Caritas. Gracias por regalarme esta fe al calor de vuestro ejemplo y desde la oración.
Ángel Gil