El cine compendia y se basa en todas las
artes, las utiliza, trasvasa y recrea, necesita de ellas, las mejora y difunde.
Sin la literatura y los escritores, el cine no tendría argumentos. Sin la
fotografía, la pintura, la escultura y la arquitectura, no tendrían soporte
estético ni justificación teórica. Sin la música y la danza, la luz o el color
no podría expresarse su plenitud. Sin las ciencias, la física y la química, la
tecnología o la informática, el cine no tendría base material en que
sustentarse. El cine, además, conduce a la tecnología hacia el arte, reproduce
la luz y el color y eleva el movimiento y el ritmo a las alturas de las artes
nobles para generar fantasía, ficción y realidad. Esto leíamos en un libro
editado para las primeras Jornadas de Cine y Formación. Profesionales y Tic,
que, con carácter internacional, ha tenido esta semana como sede el Campus de Melilla
perteneciente a la Universidad de Granada. El Centro Unesco de nuestra Ciudad
estaba detrás, como marca de calidad, con las ganas de quienes saben hacer
cultura, para todos, desde el silencio del trabajo bien hecho. Melilla sería
diferente si no existiera Unesco y Juan Antonio Vera. Una persona que ejerce,
desde la vocación, su faceta docente, ya a tantas generaciones de ciudadanos, y
que organiza, desde el mencionado Centro, actividades culturales de importancia.
En sus recomendaciones para estas Jornadas y dirigidas a educadores, padres,
artistas y directores escolares, Vera, nos habla de proporcionar liderazgo,
apoyo y asistencia para la enseñanza y al aprendizaje de las artes, estimular
al personal, prestar apoyo al desarrollo profesional de los docentes para que
sean capaces de fomentar el potencial creativo, crítico e innovador de sus
alumnos. Sé a ciencia cierta, por las conversaciones que en distintos momentos
he tenido con el Dr. Vera Casares, que no solo lleva a la práctica todas sus
reflexiones sino que cree en la importante misión del docente hacia sus
enseñantes. El también Dr. Manuel Ortega Caballero, tuvo la idea de crear estas
Jornadas, donde se ha hablado también de derecho, economía, ciencias sociales,
medicina, psicología, comunicación y protocolo. La conjunción de los doctores
Ortega y Vera para más cosas que la docencia funciona en una sociedad como la
melillense que necesita del motor de la cultura para seguir progresando. En
buena hora Manuel Ortega llegó a ser docente del Campus de Melilla. Estoy
convencido que veremos muchos proyectos del Dr. Ortega hecho realidad con el
mismo éxito de ver a diario el Salón de Actos del Campus lleno como estos días.
Tampoco puedo dejar de mencionar a Paco Gámez, siempre y dispuesto. Mi
experiencia de la mesa redonda en la que participe la guardo entre mis mejores
momentos ante un auditorio, porque no es solo el exponer, es además sentirte
bien y eso sin duda tiene nombres y el trabajo que detrás han llevado durante
tanto tiempo. Gracias a Salvador Saavedra, Manuel Ortega por hacer posible que
Melilla haya vuelto a ser un referente, por hablar de Cine, por verlo, pero
siempre desde la óptica de los valores
Ángel
Gil
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