domingo, 12 de junio de 2011

Indignados por Trasmediterránea

Esta primavera viene cargada de enfados desde la Corona hasta el resto de los mortales hispanos. A estos entrecejos fruncidos, le recomendamos alguna receta, que al igual que ciertas venganzas se sirven frías, como el gazpacho, algo que se disfruta en las terrazas sevillanas a modo de obsequio de la casa, con pepino de esta tierra que no falte, ahora que ha salido de las neveras y otras sugerencias a base de horas de ocio en la piscina o el mar. En el Parlamento de Estrasburgo, Sosa Wagner, aquel que jugó por nuestras calles, parece que clama en el desierto, blandiendo la hortaliza más popular, frente a la falaz campaña alemana, desde su estética de la pajarita. Europa asiste a su propio rapto, el de preferir la comida rápida a la nuestra, la mantequilla al aceite de oliva, ellos se lo pierden. Pero señoras y señores del Tribunal Constitucional, los hay ganadores, la serpiente de los Bildu, y esto, por cierto, es algo sencillamente indignante. Hasta las redes sociales ha llegado el clamor de la indignación, en este caso de los melillenses. En facebook se mueve algo, bienvenido sea. Se ha creado una página que se denomina Indignados Trasmediterránea Melilla, que supera ya los ochocientos cincuenta amigos y que dice nacer contra el abuso que está realizando la compañía Acciona Trasmediterránea en Melilla. Ponen el ejemplo de un billete PAQ 2 de ida en Viernes para regresar el Domingo, con un coste de 490 euros. Además nunca hay camarotes, por lo que esta plataforma virtual plantea que, cuando se pide alguno de los que están libres, te dicen que sí los puedes ocupar a cambio de pagar 300 euros más. Los melillenses seguimos sufriendo con los transportes, porque somos los españoles que, con mucha diferencia, pagamos los precios más elevados por desplazarnos a otra parte de nuestro país. En una sociedad de libre mercado como es la nuestra no hay lugar para estos monopolios y quien no lo quiera ver ahí tenemos la enorme pujanza comercial que ha adquirido Ceuta, gracias a que existen dos compañías de helicópteros y tres navieras que la unen con Algeciras. No podemos seguir aguantando, es necesario que el tradicional letargo con el que asistimos a los acontecimientos de paso a una protesta ciudadana, sin colores políticos, sino como la expresión de un pueblo que dice que basta ya, a los olvidos, indiferencias, abusos o de tratarnos como de segunda, porque esto ocurre cada vez que hay un mal servicio, o cuando no se sabe a qué hora salen o llegan los buques o por las largas travesías en barcos demasiado viejos, o por concursos desfasados para este siglo XXI y nosotros, como corderos sometidos al silencio, pagamos y lo hacemos más que nadie, como si nos sobrara. La reciente y feliz aparición de la compañía aérea melillense, Airmel, supone un respiro y también, tal y como han anunciado por sus tarifas, un alivio para nuestra cartera. El pasado verano, por facebook, se nos convoco a los melillenses a una concentración para protestar por lo que acontecía en la frontera, fuimos pioneros en cuanto a la indignación, tuvo un notable éxito y el manifiesto que allí se leyó, constituyo el ejemplo de cómo los melillenses clamábamos por una dignidad que algunos querían echar abajo. Es un precedente que hoy vuelve a estar vivo

Ángel  Gil

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