domingo, 5 de junio de 2011

PAU

Estamos en plena PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) o selectividad, como popularmente se la sigue llamando. Esto se traduce en encierros en casa, o más o menos, de aquellos que rondando los dieciocho años quieren hacer carrera. Pero no solo para los examinandos, sino para las sufridas familias, que parece como si se examinaran, que guardan silencio para que sus hijos estudien y que deberán hacer más números si quieren mantenerles estudiando en la Península. El presupuesto para sufragar colegio mayor o un alquiler es tan alto que no todos pueden. Es el éxodo silencioso de los melillenses que deberán hacer las maletas para cursar estudios superiores y que nos merma de habitantes esta tierra, dejando la franja de edad, entre dieciocho y veinticuatro, prácticamente en cuadros. Muchos serán los que una vez licenciados opten por abrirse camino allí donde estudiaron, regresando por aquí en vacaciones, y otros, ya con una formación, retornaran. Hasta el día 14,  son jornadas de nervios o de miedos insuperables, de histerismo, de noches en vela o de amaneceres de madrugada para ponerse delante de un libro, y así lograr esa puntuación que permita entrar en ese corte y hacer lo que uno desea y en la Universidad soñada. Recuerdo que me toco hacer la selectividad en la Facultad de Derecho de la Complutense, ¿casualidad? o tal vez, fue ese lugar el que me hizo superar, de una vez por todas, la prueba con más ganas y poder quedarme entre sus muros. Así fue gracias a Dios. A la salida una cabina me ponía en comunicación con mi familia, que esperaba, como lo hacen las de los toreros, para saber cómo era de astifino el examen o si era tan rebuscada que iba a por el cuerpo. Hay una fórmula, que corre estos días por ahí, la cual establece que para obtener un catorce de puntuación
(el diez de hace años), el sesenta por ciento es de la nota media del bachillerato y el cuarenta de la nota media de todos los ejercicios. Hay una primera fase o prueba general obligatoria con un primer ejercicio de lengua española y literatura, un segundo de idioma extranjero, un tercero de historia y filosofía y un cuarto, de asignatura a elegir por quien hace la selectividad, ya la segunda fase es una prueba voluntaria para subir nota. La actualidad informativa del último año o las conmemoraciones, volverán a ser indicativo de lo que puede caer. Muchos sueños se estarán fraguando estos días, atrás quedan las aulas que han sido parte de su vida, para empezar a escribir un futuro. En Octubre se volverán a llenar las facultades o escuelas, en el Campus, en la Uned o en otras provincias. Para los que se van, será descubrir ciudades, conocer a personas, alejarse por un tiempo de Melilla y de sus familias. Será el momento de apreciar lo que atrás se deja, el plato de comida de casa, ese coche que te lleva o recoge de cualquier sitio y la despreocupación de que todo te lo dan para pasar a afrontar, ya solo, el día a día. Mucha suerte en la PAU
 Ángel  Gil                                                

No hay comentarios:

Publicar un comentario