Pedro y Sofía son estudiantes melillenses,
uno cristiano, otra musulmana y viven en Paris. Tal vez cambiaron sus planes y
no fueron a Bataclán. Salvaron sus vidas pero vivieron en su juventud todo el
odio del cual el hombre es capaz de dar sin límites. 129 muertos, entre ellos
el español Juan Alberto González Garrido, y 300 heridos. Ahora nos da igual que
a esta panda de alimañas les llamen células durmientes, que por cierto son las
peores, son simplemente asesinos y demasiado jóvenes, entre los quince y
dieciocho años, pero solo saben hacer daño, sembrar muertos y producir heridos.
Eso mismo hace la ETA. Quien le escribe fue superviviente en Madrid durante
largos años del terrorismo, en aquellos años de plomo y créame que te hace
cambiar la vida. No cabe en mi cabeza que alguien diga que tiene ideas o
creencias y mate, eso no es de humanos. Pero aún en esta sociedad hay quien
piensa así o mejor justifica la sangre anónima. También sobreviví al 11 M y
siempre he pensado que me pudo tocar a mí, no hacía nada que a diario tomaba un
tren en Atocha para ir a trabajar. El silencio de aquella tarde de Marzo en
Madrid nunca lo olvidaré. ¡Aun queremos saber toda la verdad!. La manera de
hacer la guerra ha cambiado, ahora no se declara sino que de manera organizada
ponen su firma de sangre en lugares diversos y después blasfeman y se inmolan.
Dios no quiere eso, sembró la paz y creó al hombre y la mujer para que con su
ayuda fueran corresponsables de un mundo puesto a sus manos. ¡No utilicen el
nombre de Dios en vano!. Pero en medio de la masacre la bondad humana, la ayuda
anónima y la valentía frente a quienes nos quieren imponer el terror, la
desigualdad y el sometimiento a la mujer. En una calle de Paris no es tan solo
lo que allí se perdió un 13 N, el mundo cambiará por ese viernes. España sigue
en nivel 4 de alerta terrorista. Así no se puede vivir. La libertad no es solo
para escribirla en un texto legal es para disfrutarla y cuando los derechos se
coartan eso no es libertad, es esconderse como pasaba en el oeste a la llegada
de forajidos. Los nuevos Liberty Balance del siglo XXI tienen que terminar
derrotados o en el carro y los ciudadanos ocupar la Plaza de España, el Paseo
de la Castellana o los bulevares parisinos. La Unión Europea debe plantearse
que estamos en estado de guerra y no seguir practicando la política del
avestruz. En España se ha convocado el Pacto antiyihadista, todos unidos,
todos, pero queremos más, más firmeza y más medios de los que tienen ahora
mismo las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado para el combate frente a
los terroristas. Nunca es suficiente. ¿Y Melilla?, estamos estratégicamente
situados para ayudar al resto de España y de Europa pero también para que nos
ayuden. Que la lejanía no sea el olvido ni el desconocimiento. Los asesinos no
distinguen, matan. Que no dejen más sangre derramada.
Ángel
Gil
Como siempre, tus palabras son una lección de sabiduría y de cordura. Un abrazo, maestro.
ResponderEliminarPedro J. Bueno