La fecha que hoy conmemoramos es el triunfo del esfuerzo secular que
este pueblo ha ido desarrollando con ingenio más incluso que con medios. Todos
y cada uno de los anónimos protagonistas del Sitio de los cien días hicieron
que hoy sigamos aquí para contar como un puñado de seres humanos escondidos
principalmente en la Cueva del Conventico fueron héroes sin saberlo. Allí al
calor de las velas todo un pueblo rogaba el amparo de la Patrona para salir de
tan enorme trance. La destreza del Mariscal Sherlock, el sacrificio de civiles
y militares en la Vieja Melilla, las embarcaciones de transporte y guerra desde
Cádiz, Málaga y Cartagena y el deseo institucional de un Rey, Carlos III, que
apostó por el antemural de la Corona que era y sigue siendo Melilla hizo, en lo
material, posible el levantamiento del Sitio un 19 de Marzo de 1.775. Aquella
jornada el Sultán con su ejército se alejaba de esta tierra y estallaba la paz
en lo que antes había sido solo desolación, daños y pérdidas humanas. Esa es la
historia de este pueblo, tan honorable como los Sitios de Zaragoza o el 2 de
Mayo en Madrid, que nada ni nadie tergiverse o disfrace como se ha venido
haciendo en estos últimos años y precisamente por alguien que no siendo de aquí
pero que fue acogido en estos trece kilómetros cuadrados sigue teniendo la
osadía de reinventar páginas, apostando por derribar lo que la soberanía de un
Estado y a la luz del Derecho Internacional está legítimamente instalado.
Melilla fue durante siglos la hija de Marte, eso marcó su destino, pero también
y de ahí principalmente creció la unión pueblo y ejército, sabedores los
primeros que sin los segundos nada hubiera sido posible. La admiración al estamento
castrense por su entrega y la correspondida a los civiles por su idéntico
sacrificio han marcado el devenir y forma parte del ser melillense. Esto que no
somos capaces de reivindicar nos hizo un día de Marzo alcanzar la autonomía
tantas veces negada. En este 2.017 será
el primer año que la Misa de acción de gracias no se celebra en el lugar
tradicional por las obras de restauración de la Parroquia de la Purísima, las
intenciones serán idénticas pero el entorno se echara en falta. Que sepamos
difundir tantas efemérides como este viejo pueblo tiene para que aprendamos a
admirar a los que antes de nosotros con su impronta, su entrega, definieron la
Victoria de la Rusadir eterna y la Melilla de todos que sigue luchando por ser
Patrimonio de la Humanidad
Ángel Gil
No hay comentarios:
Publicar un comentario