Vive a nuestro lado, comparte este mismo cielo y suelo. Pero la
ciencia al síndrome que padece, el mecp2 lo
cataloga como enfermedad rara. A este grupo cada vez más amplio de
padecimientos no le da esta sociedad todo el apoyo de medios que se necesita
para derrotar sus síntomas. El síndrome de la duplicación de mecp2 es una
enfermedad genética minoritaria que afecta mayormente a hombres. Lo que ocurre en trastornos
genéticos es que los genes pueden tener mutaciones, y en este caso el mecp2 se
encuentra duplicado o incluso triplicado por lo que afecta al desarrollo de la
persona. En España sólo hay veintitrés
diagnosticados con éste síndrome y en Melilla, solo Carlitos. Para recaudar
fondos el pasado viernes se llevó a cabo un desfile benéfico promovido por Sara
Ahmed para la Asociación Miradas que Hablan que remitirán los 3.250 euros
recaudados al hospital barcelonés de San Juan de Dios, dedicados a investigar
un tratamiento que lograría revertir los síntomas. Como estos niños no hablan e incluso muchos de ellos
no pueden ni siquiera comunicarse con gestos, han creído que no hay nada más
emotivo que la comunicación con la mirada para ponerle este nombre al proyecto.
Carlitos siente el cariño de su familia, de su hermana Valentina que cuida al
bebe hasta el mínimo detalle, de su abuela Josefina que esta siempre ahí o de
su madre, Gema Palomo, mujer luchadora que a diario sigue buscando una solución
para su enfermedad. Los padres se convierten en perfectos cuidadores y grandes
motivadores ya que como se recogía en este diario, la sanidad pública sólo
prevé media hora a la semana de servicio de fisioterapia y otra media de
psicomotricidad para Carlitos, por lo cual Gema, su madre, explicaba en estas
páginas que como necesita una rehabilitación diaria, acuden a la asistencia
privada. El Estado debe potenciar lo público aumentando anualmente las partidas
necesarias en sus Presupuestos para que el ciudadano no tenga que pagar aquello
que no puede. La investigación
científica siempre ha sido nuestra asignatura pendiente, así siguen
produciéndose una fuga de cerebros mientras dedicamos recursos a tantas cosas
innecesarias. ¿A quién se valora socialmente más a quien gana Gran Hermano o es
futbolista de éxito o a Mariano Barbacid?. Algo pasa en una sociedad cuando se
piensa así. Visibilizar enfermedades como la que padece Carlitos es una parte
importante pero no lo es menos el que se permitan respiros a la familia
arbitrando personal y centros especializados. Igualmente la administración debe
reconocer la decisiva función prestada por los cuidadores familiares para lo
cual deben establecerse programas de conciliación en materia laboral,
promocionar sistemas similares a las bajas por maternidad y reconocer, al
menos, un alto grado de discapacidad. La investigación es la clave
Ángel Gil
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