domingo, 30 de octubre de 2016

Sánchez, ministros y jefe oposición


Incertidumbre, respiración contenida, insultos, lo rufián. Esto percibíamos ayer mientras en la televisión veíamos como caían los votos en la sesión de investidura del presidente del Gobierno. El 29 de Octubre de 2.016 pasará a la historia de España por la renuncia al escaño en el Congreso de Pedro Sánchez, por la división del grupo socialista y que gracias a esa abstención Mariano Rajoy es presidente y por empezar una nueva etapa donde el Gobierno será parlamentario. No es que se ofrezca dialogo, es que no queda otra, esa es la esencia de nuestro sistema pero más en ésta hora en la que vivimos. El Ejecutivo de Rajoy deberá ganarse día a día su banco azul. Expresiones como “ahora no toca” o prácticas como la inacción quedaran en el triste baúl de los recuerdos borrables, de aquellos que nunca debieron pasearse porque son malas prácticas aunque sus autores permanezcan. En tiempos difíciles es cuando hombres y mujeres demuestran su valía humana y su capacidad para afrontar situaciones y ahora por el bien de todos debemos desear la mayor de las suertes al nuevo Gobierno. En el cual, con permiso de Rajoy, repetirán algunos… Catalá, Bañez, Sáenz de Santamaría, ¿García Margallo?, otros cambiaran de cartera, o no, Fernández, y quedan los nuevos, Cospedal (Interior o Administraciones Públicas), y los que fueron Barones como el extremeño Monago, sin que podamos descartar a dos ex alcaldes, Zoido y Martínez. Los partidos siempre tienen la costumbre de decir que tienen un banquillo potente pero lo único importante es que se elijan a los mejores. Y esto también se extiende a una oposición que debe ser fundamentalmente constructiva donde prime el interés general más que lanzar torpedos contra la línea de flotación de un Gobierno. El barco se hundiría y con el usted y yo. Esperemos que tengamos buenas tardes de Hemiciclo como la que hoy, y brevemente, nos ha brindado Ana Oramas, y que el portavoz del PP, Rafael Hernando, lime cierta altivez y camine con su buen verbo como cuando ha recordado a las víctimas de ETA. Difícil lo ha tenido el otro Hernando, Antonio, portavoz, aún, del grupo socialista, su intervención con las circunstancias vividas debe ser valorada. Al PSOE les queda todo por hacer, poner en orden su casa pero no desatender la de la Carrera de San Jerónimo. El jefe de la oposición debe salir de sus escaños por mucho que se empeñe Iglesias en querer quedarse con el puesto. Tal vez Pachi López pueda ocupar el primer asiento de la bancada y con él ser la voz de esa importante parte de España que se siente de izquierdas. López al que le encuadran como casco azul, al menos puede hablar con los de la gestora y con los de Sánchez. Pedro ahora cogerá su automóvil y recorrerá cientos de kilómetros para explicar su postura y escuchar a la militancia. Como el ave fénix quiere resurgir de sus cenizas pero debe valorar que en sus alas hay, han o se ha puesto plomo, que Susana Díaz tiene mucho que decir y que Iceta quiere salirse de la pista para seguir bailando solo. Sumemos
Ángel Gil

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