En tiempo de Carnaval

Cádiz de la Caleta, de habaneras de Camagüey, de chirigotas de la Viña, o de comparsas por Puerta Tierra. España es el Falla. Los trinques siguen que hasta la UCO hace extras las horas. ¿Cuántos son?, ¡veintidós, veintidós, veintidós!, que va, ahora entre barracas, mas dos. Decía Beni de Cádiz que no es lo mismo mangar que trincar. “Mira, trincar es apañar dinerito, hayares, billetitos, moneditas, de esas redonditas de veinte duritos, de cien duritos, o esos papelitos de color moradito con ese Príncipe de Asturias que lo ves y se te caen dos lágrimas, no por el Príncipe, sino por los dos mil duritos que te guardas para los gastitos de la casa si lo trincas... Y mangar, querido, es una cosa muy distinta. Se manga una cenita cuando te convidan, se manga un viajito cuando te mandan los billetitos de avión para que acudas a una fiestecita. Se mangan unos langostinitos, o si el dueño de la casa es un panoli, pues se mangan unos ceniceritos de plata y se venden luego a un anticuario”. Ocho provincias señores, donde Hércules tuvo la feliz idea de separar Europa de África, y por su culpa tuvimos el temblor del 25 pasado. Tierra blanca y verde, y ahora negra como la sombra que se desliza por Argüelles y llega hasta Ferraz, ¿Quién ERE?. ¡Han soltao un sobrao! viene con peligro, astifino, cabecea. ¡Don Tancredo!. España sigue siendo el ruedo ibérico. Que es capaz de tener un Congreso sin Gobierno. La terna para el de negro o para vestirse de blanco, Mariano, de azul purísima y oro; Pedro, de grana y Alberto, de naranja. En Tendidos, hay quien hace amago de saltar al ruedo, de espontáneo, pero mientras, utiliza muy bien el lenguaje del abanico poniéndole ojos al de grana y con su coleta al viento. Ignacio ¿Real? he dicho Real, que no es el barrio, ni la Muralla, ni el Teatro ni tan siquiera la Calle. Cristina sigue siendo Real, despojada de título pero con andares de tal. Tu pena es de amor, del que ciega y no ve más allá. Alguien no vio un Jaguar…otros ni títulos de la mar, ni contratos vieron estos que la culpa fue del técnico funcionarial. ¡Ay! Fiscalía, Tribunal de Cuentas, Supremo o Constitucional. Cuantos y el miedo que dan. Vale la Tuna ya se va, dejando con su paso sin nadie la Universidad. Solo ante el peligro quedaste en un trullo que pintan fatal. España es una calle del infierno en noches de Ferial. Piden el ¡Alto!, y las manos, siempre a limpiar. Esas que faltan para orar, juntos en comunidad porque cerraron espacios porque echaron para atrás a quienes buscan consuelo para combatir el mal (hambre, injusticias, abandonos, paro y demás). Y vuelvo a Cádiz, el Falla resuena ya… “Guarda los besos que te dí, guárdate nuestras madrugás y quédate con Febrero para que te vista de Carnaval”

Ángel Gil